moveré mi cuerpo ansioso hasta que la luz nos salude,
fundiré mi alma con la tuya esperando un sol nuestro,
dejaré mi ser esperando ese brillo que nos despierte.
Soñaré despierto y dormido ese amanecer mutuo,
beberé de tus labios el fuego en ti encendido,
quemaré mis ojos mirando ese brillo en los tuyos,
ahogaré mi aliento en un beso deseado por siempre.
Hablaré sin voz esa palabra que es eterno amanecer,
pronunciaré sin habla ya unos versos harto ansiados,
diré sin tregua el conjuro ineludible de tu nombre,
gritaré toda mi ansia por esas caricias debidas.
Soñaré, sí, despierto y dormido, muerto y vivo,
soñaré, sí, triste y contento, nervioso y calmado:
soñaré, sí, siempre contigo.
Para Berenice