miércoles, julio 23, 2014

La urbe de los mosquitos

Creo que toda las formas de vida leganenses se enfrentan a la extinción por desangramiento a manos de los mosquitos.
Refugiado en mi salón, con medidas preventivas dispuestas en los enchufes y aerosol asesino en mano, aquí sentado espero, aguardo: hay tanta variedad de mosquitos en este municipio que habría que combinar varios tipos de repelentes para espantarlos a todos.
Los minutos pasan y espero el momento en que las medidas preventivas fallen, en que las aladas criaturas penetren en mi hogar, en que sus quitinosos cuerpos revoloteen cerca: ¿fallarán esta noche y dormiré tranquilo? ¿O acaso volverán triunfantes a rebasar toda defensa?

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