veneno que fluyes ahora,
inerte, en mis venas,
esperando ese momento.
Impredecible un instante:
bastará sólo un segundo,
tal vez no sea el único,
para notar su efecto.
Pócima extraña e inerme,
pero sólo por ahora,
quizás deseando despertar,
soñando con arrastrarme.
Porque no te siento cerca,
no te tengo junto a mi,
sólo tu ausencia omnipresente,
invadiendo todo mi ser.
Para María, Mary, Pe o cómo quiera que se llame realmente...
Mucho tiempo invertido en una amistad que al final, ni el nombre real lo sabes. Y pensar que las cosas habrían salido distintas si hubiera existido un poquito de disposición.
ResponderEliminar