domingo, mayo 01, 2011

Sueño y amanecer

Cierro los ojos, invitando al sueño, pero este no llega: el que sí ha llegado, inmisericorde, es el amanecer, atrapándome el nuevo día sin que la noche me haya dado la tregua del descanso.
Dormiré con los rayos del Sol, dormiré con el nuevo día, para resucitar otra noche más en la que el sueño huirá y sólo quedaremos mis pensamientos y yo.
Y en la noche te tengo aun más presente, en mi soledad absoluta, en la intimidad de mis pensamientos, en lo más hondo de mi ser: la noche sólo es una pesadilla en la que tú no estás, en la que soy aun más consciente de lo lejos que estás, de lo lejos que has estado siempre, y de que siempre lo estarás.
La noche es mi prisión, porque sólo quedo yo... y para mi no hay nada más que tú.

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