jueves, octubre 26, 2006

No sé muy bién cómo decirlo ...

Podría escribir mucho de esos ojos, de sus ojos, sus ojos de mirada triste. Podría escribir aun más de la dama que posee esa mirada. Podría escribir tanto… y tan poco.
Porque a veces, no es necesaria una descripción exhaustiva, recargada, prolongada: tal vez, con ver sus ojos, notas esa tristeza profunda, desgarradora, que las palabras no aciertan a describir. Es algo profundo, muy íntimo, algo enroscado en su alma, algo que le anida tan hondo que aun lucha por arrancarlo.
Arrancar esa tristeza de su mirada sería arrancarla de su alma: arrancar esa serpiente enroscada que la muerde, vomitando su veneno gota a gota, creando regueros mortales que su alma diluyen poco a poco.
Y tal vez, tal vez sea esa tristeza lo primero que llama la atención: arrebata protagonismo a matices y aspectos que definen la personalidad única de una mujer increíble, irrepetible.
Sé que mi entusiasmo y admiración tal vez sean desmedidos, pero me siento realmente afortunado de haberla conocido un poquito, y espero que pueda seguir ahondando en esa persona de figura diminuta y alma tan grande que ni el veneno de la tristeza puede detener. Así que conéctate al msn, ¡hostias! xD

3 comentarios:

  1. :O

    Me dejas con la boca abierta, Sergio. Necesito un tiempo para pensármelo...

    ResponderEliminar
  2. hombre... ha pasado algo... te has detenido en eso que más allá de ser sus ojos te entregan más que una cuestión, el paradigma...

    ResponderEliminar
  3. Seikken: no era a ti ... no eres mi tipo. Careces de los atributos que a mi me interesan como sexo femenino ... xDDDD

    Olmosis: es que sus ojos son ... puertas, puertas entreabiertas que incitan a mirar, a investigar, a averiguar.

    ResponderEliminar