lunes, noviembre 21, 2011

El ataque de los tomates asesinos

Acabo de ver El ataque de los tomates asesinos (Attack of the killer tomatoes!), una película de culto estrenada en 1978 y dirigida por el entonces debutante John de Bello.
Comedia a caballo entre el terror y la acción, El ataque de los tomates asesinos nos muestra un escenario donde la Humanidad ha de enfrentarse a una nueva amenaza que está a punto de erradicarla: en una época en que vampiros, zombies, humanos mutantes y alienígenas ya han hecho su aparición como plagas desoladoras en una cinematografía fantástica y de terror de irregulares resultados, John de Bello se arriesga con algo nuevo, algo distinto y desconcertante.
El ataque de los tomates asesinos puede ser considerada como una reelaboración humorística del cine de terror y ciencia ficción que, durante los años 50, 60 y 70 del siglo XX, sacudió las carteleras estadounidenses: de Bello toma elementos ya conocidos y característicos de este tipo de películas, como la intervención gubernamental para ocultar el problema, la ofensiva militar, el supervillano en la sombra, la amenaza imparable  de la desoladora plaga, el pequeño grupo de héroes, el fracaso de los científicos y la milagrosa solución final, brillantemente homenajeada años más tarde por Tim Burton en Mars Attacks.
Rodada con un presupuesto ridículo y con actores desconocidos, El ataque de los tomates asesinos hace un alarde de improvisación visual y escénica que, desafortunadamente, no logra paliar esa carencia de medios, aunque intenta desviar la atención haciendo un uso frecuente, e incluso abusivo, de un humor irreverente, plagado de homenajes cinematográficos. 
Se sitúa entonces El ataque de los tomates asesinos ya en el terreno de la comedia irreverente, de la bufonada más salvaje, donde cualquier elemento da pie a la ocurrencia más disparatada y a la situación más insólita.
Sin lugar a dudas, una película interesante desde el punto de vista cinéfago, aunque no sea por la calidad.


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