cegándome de tu cuerpo amado,
nublando mi ojo ya cansado,
ocultándote de mi ávida mirada.
Se evade esa luz, dejándote,
expuesta a mi ya has quedado,
a mi mirada hambrienta ahora,
a mi deseo candente siempre...
Y no quiero más que tus labios,
rozar tu cuerpo ya candente,
ahogarme en tus jugos agrios,
mi lengua en un juego decadente.
Deseo tanto poder acariciarte,
que mis dedos jueguen traviesos,
ansío demasiado poder alcanzarte,
tan dentro que sienta tus huesos.
Para Ana, musa operativa :-P
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