Derrotado, rechazado, decepcionado, amargado. Y no amado. En resumen, sin hado.
Mierda. Mierda. Mierda.
Me gustaría odiarte. De verdad. Aprenderé a odiarte. Sobre todas las cosas. Sólo es ponerme a ello.
Mierda. Mierda. Mierda.
Me gustaría odiarte. De verdad. Aprenderé a odiarte. Sobre todas las cosas. Sólo es ponerme a ello.
Nunca cause un problema para el que no tenga solución. -- Regla de Burke.
ResponderEliminarVaya, pues yo soy un problema que no tiene solución. Burke me odiaría.
ResponderEliminarEs fácil aprender a odiar, lo difícil es aprender a olvidar. Haz lo que hice yo anoche y ya verás como se ven las cosas de otro modo . Por lo visto todo tiene solución, yo no se la encuentro pero igual algún día...
ResponderEliminarLa sabiduría popular tiene respuesta para todo:
ResponderEliminarSi me quieres dímelo
y si no vete a la mierda
que a otras muchas como tu
me he pasado por la piedra
xD
Miauuu: ¿y qué hiciste? ¡desvelame el misterio!
ResponderEliminarNo creo que sea capaz de olvidarla. Ni de odiarla. Es ... no sabría decir más que es ... es ... ella.
Pero no es para mí. Así que hale, mejor no seguir preocupándome por intentar algo que no me lleva a más que a sufrir.
Cerrajero: ya me dijo lo que me tenía que decir. Una vez más. Así que aquí estoy. Como siempre.
qué esfuerzo tan enorme hay que invertir para odiar!
ResponderEliminar...y además hay que alimentar mediante razonamientos malintencionados ese odio para que no deaciga en intensidad!
A mi no me cuesta tanto odiar: nací para ello. Además, tengo motivos de sobra y no necesito de inventarme motivos malintencionados.
ResponderEliminarSi no soy lo suficientemente bueno para ella, es que no merece la pena. Hale.