domingo, abril 07, 2013

Libre, libre quiero ser

Y como quiero ser libre, abandoné Google+: la sensación de que me estaban empujando a usarlo me ha ganado. No me gusta que intenten obligarme a usar algo: me gusta decidir.
Le he dado ya dos oportunidades de varios meses y, bueno, estaba mucho mejor usando las funciones sociales de Google Reader complementadas con Buzz: Google+ es simplemente caótico, desordenado, sucio y, sobre todo, lleno de spammers.
Además, ¿para qué gastar tiempo? Si Google+ no obtiene el rendimiento que esperan, lo liquidarán como hicieron primero con las funciones sociales de Reader y luego con Buzz. El tiempo de la confianza en Google ha pasado para mi.
He conocido gente interesante en Google+ pero, lamentablemente, poca en comparación a la masa aplastante de mediocridad que pulula por allí: extraño las comunidades de auténtico debate que se formaron en Reader.
Y a nivel técnico, ¿qué decir?: simplemente, el editor de entradas es muy inferior a lo que ofrecía Google Buzz y, bueno, no hay una vista con sólo los titulares de los elementos compartidos, que luego se puedan desplegar para leerse enteros: si quieres leer algo desde el mismo Google+, has de tener la suerte de que quien lo haya compartido pegase el texto entero y no sólo el enlace. ¡Y llevan más de año y medio sin mejorar nada en ese sentido!
Google+ es un pozo de tiempo perdido: la información se administra mal, no dejar priorizar, no deja marcar lecturas para luego. 
No: Google me quitó herramientas mejores y me empujó a usar una parodia de lo que tuve en su momento.
Adiós, Google+.

4 comentarios:

  1. Y luego pasaremos todos a las gafitas esas que graban todo lo que miramos, que cuando ya no les interese sera porque ya han sacado los calzoncillos google, y venga, todo el mundo a migrar a ellos, carnet de identidad en boca. Brutal.

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  2. No veo solución de continuidad con esta gente: me preocupa mi privacidad y, además, la continuidad de sus servicios.
    Lo saben todo de uno, manejan todo tipo de datos que, no descarto, pueden usarse en un futuro en contra del usuario.
    Y luego, quitan y ponen servicios: ¿de qué sirve molestarse en crear entradas o una comunidad cuando te borran todo lo trabajado porque el servicio no les interesa?
    Lo de las gafas ya me pareció el colmo, aunque no dudo de que habrá quién esté deseando perder completa y totalmente su intimidad para tener el juguete de moda.

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  3. Es que esto de pasarse la privacidad por el arco es muy norteamericano, es un pais muy intrusivo en tu vida personal al menos en mi experiencia; tus datos se recopilan en todas partes a base de tarjetas de loyalty, formularios de sign up, o simplemente por cojones pero para las cosas mas tontas, de forma que uno esta monitorizado de pies a cabeza. Hay un discurso tambien muy americano, que dice que si no haces nada malono tienes nada quetemer, por lo que no habria nada que temer si nos pusieran una camara en el dormitorio toda vez que no hacemos alli nada malo. Por eso te encuentras con que en todos los banos publicos donde hay puerta individual, siempre hay una pulgada mas o menos de distancia entre el marco de la puerta y la puerta, mas el corte de puerta por arriba y por abajo. Especialmente desagradable para las mujeres, que pueden ser vistas perfectamente en toda actividad, pero claro, si no se hace nada malo, que importa? Asi va el tema, retorciendo la tuerca lo mas posible.

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  4. Sí, el "si no haces nada malo, ¿qué importa?" es clave a la hora de hacernos comulgar con ruedas de molino. Y hay otro dogma resucitado el de "Os quitamos privacidad, intimidad, derechos y libertades para garantizar vuestra seguridad".

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