lunes, enero 28, 2013

Breve escapada mental

Lo único que me gusta del lugar en que ahora estoy es que, desde aquí, a través de una ventana, puedo ver las montañas de fondo.
No es una vista limpia, ya que una maraña de tejados la preceden, pero se ve la sierra al fondo, recortada contra el cielo. No es una vista limpia pero es una vista con su encanto, aunque esté mermado por lo que hay en primer plano.
En este momento las montañas están cubiertas de nieve, blancas, hermosamente blancas, sólo compitiendo en belleza contra el celeste sin nubes que las cubre.
Tras mis monitores, la ventana; tras la ventana, la ciudad; tras la ciudad, el campo y, tras el campo, las montañas que, blancas e inamovibles, parecen aguardando y vigilando: ya estaban aquí antes de nosotros y ahí seguirán cuando nos marchemos.

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