lunes, mayo 17, 2010

Fogonazo

Una luz que me ciega ahora mismo,
emanando de tu rostro inmóvil,
ensalzando unos rasgos imperturbables,
aunque ahora la emoción bulle dentro.

Un resplandor que me ilumina desde ya,
surgiendo de tu alma, hermosa y sin par,
como un rayo marcando la senda solitaria,
la que me lleva a tu corazón y tu alma.

Una explosión, de belleza refulgente,
empujándome hacia ti sin un respiro,
arrastrado por el impacto de tu cara,
que en mi interior se asocia al Cielo.

Y no hay más Cielo para mi que tú,
ni más Infierno que no tenerte cerca.



Para la dulce Noelia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario