lunes, diciembre 17, 2007

Frío

Frío, frío y frío. Helándome por fuera, sobrecogiéndome por dentro, el frío invernal se manifiesta, con ímpetu imperdonable, con una crueldad implacable. Me aprieta por fuera con su garra cruel, mientras me merma por dentro lentamente, haciéndome exhalar el calor de mi alma, luchando por arrancar un pedacito de mi vida. Frío, frío y frío.
La helada meseta, salpicada de heladas ciudades por aquí y por allá, me recibe, me acoge, con una apariencia de tranquilidad regada del blanco escarchado que por doquier se puede ver. Sólo hay frío.
Hoy hace frío, la helada ha ganado la batalla. Pero la vida sigue, buscando y generando calor. El frío no detiene a una Humanidad persistente en sus quehaceres cotidianos. Un Humanidad de la que soy un títere más, yendo del calor del hogar al calor del lugar de trabajo. Calor que contrasta, que choca, con lo que la Naturaleza nos entrega: su mano fría, anhelando agarrarnos, que sigamos la pauta que nos marca.
Y nosotros escapamos del regalo de la Naturaleza, acogiéndonos a nuestro ritmo artificial de existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario