lunes, agosto 20, 2007

Recuerdo

Son tus rasgos de otro mundo,
tu risa producto del cielo,
tus labios puerta del mismo,
tus besos misterio irresoluble.

Tu mirada casi siempre oculta,
aguardándome en la distancia,
esquivándome tras el reflejo:
tu mirada para mi tan deseada.

Tu piel es templo de lo exótico,
desde lo mágico de su tono,
hasta lo irreal del tenue brillo:
dos pilares antes de coronar altar.

Descendiendo raudo en mi deseo,
tropezando con el dulce hoyuelo:
la esperanza de bajar aun más,
estrellada contra tu cintura.


Para que estas palabras crucen los mares.

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