viernes, mayo 25, 2007

En las montañas de la locura

En las montañas de la locura fue el primer título de Lovecraft que conocí, aunque no lo leí: unos párrafos introduciendo un capítulo sobre la Antártida en un libro de misterios pseudocientíficos escrito por Peter Kolosimo me intrigaron sobremanera.

Unos párrafos con una descripción sublime, genial, un título inquietante para una novela y el nombre pegadizo de un autor que marcaría una época de mi vida: ¿quién podría olvidar desde ese momento En las montañas de la locura, de H.P. Lovecraft?

Pero aun transcurrió un tiempo hasta que cayó en mi poder un ejemplar de esta narración tan sorprendente e inquietante: creo que fueron casi dos años. En ese período ya había leído bastantes relatos de Lovecraft y estaba familiarizado con su estilo: aun así, la posibilidad de leer este relato me desbordó.

Lo leí en pocas horas: si, lo leí de seguido, de una sentada, de un tirón. Habrá quien diga que esa no es forma de apreciar un libro pero creo que si ustedes conocen a Lovecraft se habrán dado cuenta de que es la mejor manera de hacerlo: sumergirte en su mundo y no volver a emerger hasta que hayamos finalizado su lectura completa. Una experiencia HPL plena, sin interrupciones: una inmersión lovecraftiana.

En las montañas de la locura (At the Mountains of Madness) fue escrita por el estadounidense Howard Phillips Lovecraft en 1931 pero no fue hasta 1936 cuando se publicó por primera vez esta novela corta: se hizo por entregas en una revista, tónica general de las obras largas de este autor.

Lovecraft escribe esta novela como fruto de dos fascinaciones que combina hasta crear una de las obras cumbre de los Mitos de Cthulhu: su devoto entusiasmo por Edgar Allan Poe, el siniestro autor de La narración de Arthur Gordon Pym, y su atracción por la entonces aun muy desconocida Antártida (estamos hablando de los años 30 del siglo XX).

En esta narración, En Las montañas de la locura, Lovecraft da rienda suelta a su creatividad para hacernos cabalgar, montados a lomos de la imaginación, por las heladas estepas de la Antártida: de una Antártida desconocida, irreal, aun por descubrir, una tierra misteriosa, abandonada. Lovecraft se convierte en nuestro guía a un mundo de pesadilla que deberíamos mantener alejado: nos arrastra hacía un continente inhumano.

La trama de la novela comienza cuando la Universidad Miskatonic de Arkham, Massachussets, envía una expedición científica a la Antártida comandada por el Profesor Dyer. La expedición, entusiasta pero modesta, cuenta con algunas nuevas tecnologías que podrán lograr una investigación eficiente del continente helado. Tras un alentador comienzo, una serie de fortuitos descubrimientos irán llevando a la expedición a un cúmulo de horrores que desembocará con un increíble descubrimiento, oculto por los hielos y los siglos ...

Dyer y uno de sus estudiantes, Danforth, ahondando aun más en el horror, se sumergirán en un mundo desconocido donde el terror espera agazapado, resucitando así viejos horrores que la Humanidad jamás debió conocer. Dyer y Danforth despertarán a un conocimiento que destruirá su concepción del mundo y de lo que ha sido: caerán bajo la maldición de lo que aguarda en las montañas de la locura.

Creo que En las montañas de la locura, una de las escasas narraciones largas de Lovecraft, es una de sus obras cumbre. Es una lectura muy recomendable para aquellos que aun no conozcan a Lovecraft. ¿Y vosotros? ¿Habéis leído ya En las montañas de la locura? ¡Hacedlo! ¡Este es el Año de Horrores sin Nombre!

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