- Uhm ... madre, ¿me puedes leer esto?
- Si, un segundo.
Le extiendo el papel, lo coge con recelo y lee los breves trazos de la palabra escrita.
- Ana - me dice.
- ¡Ajá! ¡Has leído tu nombre al revés! ¡Ahora muere, criatura del Averno!
Madre me mira, con expresión de desconcierto: la perplejidad dota a su rostro de una fuerza nueva, que es remplazada por otra de súbita comprensión, de certeza.
- ¿Has vuelto a beber antes de desayunar, hijo?
A veces, nadie entiende mi sentido del humor. Me da igual.
- Si, un segundo.
Le extiendo el papel, lo coge con recelo y lee los breves trazos de la palabra escrita.
- Ana - me dice.
- ¡Ajá! ¡Has leído tu nombre al revés! ¡Ahora muere, criatura del Averno!
Madre me mira, con expresión de desconcierto: la perplejidad dota a su rostro de una fuerza nueva, que es remplazada por otra de súbita comprensión, de certeza.
- ¿Has vuelto a beber antes de desayunar, hijo?
A veces, nadie entiende mi sentido del humor. Me da igual.
¿No comprende tu madre que tu desayuno consiste precisamente en beber? xD
ResponderEliminarYa no bebo por las mañanas en casa ... xDDDD
ResponderEliminarSiempre espero a comer antes, que ya he tenido algun susto grave. :S
xDDDDDDDDDD
ResponderEliminarDios, es buenísimo
xDDDDDDDDD
Pues sería anecdótico que alguien le viere la gracia: son contadas las ocasiones en que una broma tan rebuscada se ve coronada con el éxito de que la capten y entiendan.
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