martes, octubre 10, 2006

Madrugaba el conde Olinos ...

Y tanto que madrugaba, de hecho, debió de madrugar demasiado, porque le dio tiempo a diferentes testigos a recopilar de forma ligeramente alterada sus hechos y hazañas. He aquí un enlace a algunas de las diferentes versiones de este Romance o Cantar, que me hicieron aprender, al menos en una de sus versiones, en el colegio.
De tanto madrugar, algo de la historia debió quebrar: ¿cuál es la original? ¿gana el Romance al versionarse o pierde? A veces, en las derivaciones o alteraciones de una obra nace algo que luego genera una riqueza aun mayor. Recordemos el latín, que derivó en el español, el italiano, el francés o el rumano: al partirse, fragmentarse, derivar, modificarse, alterarse, dio nacimiento a lenguas nuevas que aportaron aun más a la literatura y la Humanidad.
Así que me pregunto, de tanto madrugar, ¿qué nos podrá aportar aun el conde Olinos?

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