jueves, agosto 10, 2006

Una tarde aburrida

Jueves, casi las 5 de la tarde, a las afueras de una ciudad de la perifería de Madrid. Todo el día sin haber realizado nada de trabajo. Es lo que tiene el verano. A veces, pasa incluso una semana sin actividad.
En verano no hay movimiento, pero aquí estoy, como un gilipollas, porque a mi jefe le interesa que este aquí.
Y encima, echo de menos a una compañera que tenía el año pasado. De pelo moreno, de piel blanquita y con un par de atributos femeninos que me quitaban el hipo.
Por supuesto, le caía mal. ¿Cómo podría ser de otra forma?
Me aburro. Pero no me puedo ir sin temor a represalias (no como las de los israelís, pero importantes también). Me aburro. Y mi mente vaga hacia el canalillo de ella, para desatar mi deseo, incluso en su ausencia.

4 comentarios:

  1. Ja,ja,ja,ja. Por lo de cosito deduzco que has visto una foto mía. :-P
    Otro abrazo para tí.

    ResponderEliminar
  2. ooooooooooh estás un poco melancólico, pero le sienta bien a tu blog
    besos
    Chicalista

    ResponderEliminar
  3. Me gustaba esa chica. Y una vez más, lo que quería no fue para mí.

    ResponderEliminar